Mecanismos de defensa
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       Son las reacciones de ajuste o proce­sos de adaptación a las situaciones que generan tensión, riesgo o bloqueos y ante los cuales la naturaleza humana se defiende de diversas formas. Este concepto de puso de moda en las corrientes psicológicas, sobre todo de tipo psicoanalítico, con la obra de Freud "El yo y los mecanismos de defen­sa", editada hacia 1920.
   Se entendió desde entonces por "mecanismo de defensa" la reacción del yo ante los agentes perturbadores. Y el abanico de esas reacciones se hizo muy extenso y diversificado, a medida que otros antropólogos analizaron y estudiaron algunos de ellos, desde los más fisiológicos, llamados "de conversión somática" (fiebre, rubor, insomnio, tras­tornos digestivos, palidez) hasta los más profundamente psicológicos: compensación, justificación, sublimación, proyección, introyección, etc.
   Al margen del alcance particular que tiene cada mecanismo defensa y la diferente reacción de cada persona a un determinado proceso de reajuste, no deja de tener un interés singular lo que de objetivo hay en el modo como la naturaleza se defiende de los agentes externos (obstáculos) o internos (conflictos) que perturban la seguridad y la satisfacción.Ni que decir tiene que también en el terreno religioso aparecen con frecuencia reacciones de ajuste a todas las edades: regresiones, devociones, sublimaciones, compensaciones, etc, cuando determinadas tensiones conflictivas rozan las creencias, alteran los postulados morales de la conciencia o, sobre todo, perturban los sentimientos éticos, estéticos o trascendentes de una persona.